La Selección Argentina, con balancepositivo en la clasificación

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El cierre de estas Eliminatorias Sudamericanas quiso dejarle un sabor algo agridulce a la Selección argentina, ya que se despidió con una derrota ante Ecuador que no le permitió finalizar el último torneo antes del Mundial a pura sonrisa. Lo cierto es que, en el certamen clasificatorio en el que Lionel Messi dijo adiós, los dirigidos por su tocayo Lionel Scaloni lograron brillar bajo su conducción en el campo de juego pero también se impusieron cuando debieron salir a jugar sin su presencia, dejando una buena imagen general que les permitió terminar la competencia como líderes, encarar la recta final hacia la Copa del Mundo con un saldo positivo y estampar algunas victorias históricas.

En esta especie de balance analítico sobre lo que dejaron las Eliminatorias para Argentina, quizás lo más importante sea reforzar lo escrito más arriba: la Selección nacional tuvo a un Messi brillante que supo liderar con su fútbol y sus goles y, al mismo tiempo, llevó adelante grandes partidos cuando le tocó competir sin su capitán y máxima figura. Vale señalarlo para esquivar ese sabor agridulce que pudo haber dejado el último capítulo en Guayaquil.

La influencia y vigencia del astro rosarino de 38 años son indiscutibles y determinantes sobre cualquier campo de juego; más aún si le toca vestir la camiseta albiceleste con la que ganó todo y viene disfrutando de un gran pasar futbolístico y humano. Su aporte al equipo nacional ha sido notable camino al Mundial de Estados Unidos, México y Canadá: Messi fue uno de los protagonistas del plantel que menos partidos jugó (12) y así y todo terminó como goleador del equipo y de esta edición de las Eliminatorias. Su despliegue y contribución a la Scaloneta en este torneo clasificatorio fueron notables: el mágico recordman argentino tuvo participación directa en más de la mitad del goleo albiceleste en los partidos en los que intervino, con ocho tantos y tres asistencias.

En los seis partidos en los que no estuvo Messi, Argentina perdió dos veces y cosechó cuatro victorias, pero dos de ellas fueron especialmente significativas y, justamente, se dieron durante una doble fecha particularmente desafiante para el conjunto nacional. En marzo de este año -con su capitán desafectado por una molestia muscular en la zona del aductor de su pierna izquierda-, la Selección se impuso por 1 a 0 sobre Uruguay, como visitante en Montevideo, y cuatro días después logró un notable triunfo sobre Brasil por 4 a 1 en el Monumental.

Sumado a los gritos de Messi, el goleo albiceleste estuvo bien repartido. Quienes le siguen como máximos artilleros son, en un buen signo para la sana competencia ofensiva que hay al interior de la Scaloneta, Julián Álvarez y Lautaro Martínez: ambos marcaron cuatro goles, con la diferencia de que el exRiver jugó más que el atacante del Inter (fue titular en 16 partidos, contra 8 del exRacing). Les siguen, con tres cada uno, Thiago Almada y Nicolás Otamendi, quien fue expulsado en la última fecha y, de no haber amnistía de parte de la FIFA, se perderá el debut del Mundial. Completan los 31 goles totales de la Selección en esta edición de las Eliminatorias los convertidos por Enzo Fernández (2), Alexis Mac Allister (2), Nicolás González (2), Nicolás Tagliafico (1), Giuliano Simeone (1) y Paulo Dybala (1).

Las cifras señalan que la Selección terminó su participación ubicándose primera con 38 unidades: jugó 18 partidos, de los cuales ganó 12, empató dos y perdió cuatro, con 11 vallas invictas y 10 goles en contra. En el anterior ciclo de Eliminatorias conducido por Scaloni, rumbo a Qatar 2022, el equipo nacional había concluido invicto su actuación (11 victorias, seis empates, 27 goles a favor, 8 en contra y 10 vallas invictas) pero eso no le había permitido superar a Brasil, que se quedó con el liderazgo en la tabla de posiciones. Las cuatro caídas de esta edición se repartieron en medio de una estadística y un clamor popular que incluyó también notables alegrías: en 2023, perdió ante Uruguay en la Bombonera pero una fecha después conquistó un inolvidable triunfo por 1-0 sobre Brasil en el Maracaná, el día de la primera derrota verdeamarela de la historia como local por las Eliminatorias tras un invicto de 64 partidos; en 2024, cayó 2-1 como visitante en Colombia y Paraguay solo unos meses después de haber conquistado el bicampeonato de América en Estados Unidos; y en este 2025, cerró su participación con la derrota ante Ecuador luego de una temporada que había empezado con aquellas dos importantes victorias sin Messi en la doble fecha de marzo, ante Uruguay y Brasil.

Con la sólida base del equipo campeón del mundo en Qatar (Nicolás Otamendi y Rodrigo De Paul fueron quienes más partidos jugaron como titulares, con 17) y con el significativo adiós a la Selección de Angelito Di María (disputó cuatro encuentros, uno solo como titular y se despidió con la conquista de la Copa América 2024), la Selección avanzó a paso firme en estas Eliminatorias y consiguió finalizarlas como líder del torneo, algo que no se conseguía en idéntico escenario desde la edición rumbo a Corea-Japón 2002, de la mano de Marcelo Bielsa. Si bien camino a la Copa del Mundo 2014 también finalizó en lo más alto, con Alejandro Sabella en la dirección técnica, en aquella edición no participaba Brasil por su clasificación automática al ser anfitrión.

Quizás la aparición más importante que dejaron estas Eliminatorias de cara a la configuración final del plantel mundialista que definirá Scaloni fue la de Thiago Almada: el exfutbolista de Vélez, que solo había jugado seis minutos en Qatar, concretó tres goles y dos asistencias en sus siete partidos, pero, lo más importante, se anexó fluidamente al equipo, construyó ofensiva con calidad y mostrándose siempre como opción en la cancha, tuvo partidos muy destacados y terminó ganando territorio valioso en este proceso de la Selección. Otro nombre que se incorporó al plantel en estas Eliminatorias fue el de Franco Mastantuono, la joya de 18 años que se llevó el Real Madrid, quien sumó solo 97 minutos en este certamen pero se dio dos lujos: jugar su primer partido como titular el día que Messi jugaba el último suyo por las Eliminatorias y lucir la 10 de la Selección, cuando entró ante Ecuador en Guayaquil.

Más allá de los análisis que puedan hacerse sobre el papel de la Selección en esta clasificación rumbo al Mundial, que fue muy especial y deja muchas emociones y nostalgias en el camino, lo más relevante es la percepción del equipo. Y de lo dicho por sus propias palabras, prevalece la valoración del proceso por sobre el final agridulce (o “amargo”, como dijo nuestro arquero). “El equipo está bien y estamos orgullosos: hicimos una gran Eliminatoria. Clasificamos hace mucho tiempo jugando y ganando todos los partidos de igual manera”, expresó Emiliano “Dibu” Martínez tras el pitazo final en Ecuador. De Paul, quien llegó a los 80 juegos con Argentina, celebró lo que en este certamen se consiguió en el plano futbolístico y anímico: “En toda la Eliminatoria mostramos buen fútbol, en muchos momentos de gran valor y con partidos históricos en lugares donde no se había ganado. La gente lo vivió feliz y nosotros estamos contentos con eso”. Por delante quedan amistosos en octubre (el 10 enfrentará a Venezuela en Miami y el 13, a Puerto Rico en Chicago) y noviembre (una gira por Asia y África sin rivales confirmados todavía), y, por definir aún, lo que sucederá con la Finalissima. Y luego ya el Mundial, ese al que la Scaloneta clasificó hace medio año con carácter, holgura y confianza, y al que viaja ilusionada para defender su título.

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