El Hospital Castro Rendón, el más grande de Neuquén, fue escenario de un escándalo que terminó con la expulsión de dos empleados por corrupción. Se trata de Joaquín Alberto Velarde, camillero, y Natalia Estefanis Aroca, mucama, quienes fueron acusados de sustraer sellos médicos para falsificar certificados y así justificar inasistencias.
Ambos fueron exonerados de la administración pública, un castigo aún más severo que la cesantía, luego de comprobarse que presentaron licencias falsas en al menos seis oportunidades cada uno.
Un robo y una maniobra burda
El fraude salió a la luz en noviembre de 2022, cuando una médica del hospital denunció que habían utilizado su firma para emitir certificados sin su consentimiento. Lo mismo reportó otra profesional en agosto de ese año.
Insólito descuido: se olvidó las llaves dentro de su camioneta y se la robaron
Las investigaciones revelaron que Velarde y Aroca habían utilizado los sellos extraviados para confeccionar certificados truchos y presentarlos ante las autoridades hospitalarias.
Los registros muestran que el camillero faltó con licencias apócrifas al menos seis veces entre octubre y noviembre de 2022, mientras que la mucama lo hizo en siete oportunidades en el mismo período.
Tolerancia cero y mano dura contra la corrupción
El gobierno de Rolando Figueroa decidió aplicar una sanción ejemplar y los exoneró de la administración pública, según quedó publicado esta semana en el Boletín Oficial.
La medida forma parte de una política de «tolerancia cero» frente a indisciplinas, inconductas y corrupción dentro del Estado provincial. Además de estos dos casos, el gobierno despidió a otros empleados, entre ellos un ex policía con faltas injustificadas y un agente penitenciario acusado de abuso sexual.