Dirigentes políticos de la oposición participaron de la Marcha del Orgullo antifascista y antirracista en el microcentro porteño, junto a gremios, organizaciones LGBTIQ+ y de derechos humanos. Con banderas partidarias y de la comunidad LGBT+, el Partido Justicialista, la Coalición Cívica, el Frente de Izquierda y la Unión Cívica Radical (UCR) marcharon por la Avenida de Mayo hasta la Casa Rosada en defensa de la diversidad sexual y contra la administración de Javier Milei.
“Hoy tenemos un presidente muy cruel y parece que estamos ante alguien que está completamente deshumanizado”, expresó la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza en diálogo con LA NACION.
Al igual que Mendoza, Máximo Kirchner, Julia Strada y el exministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro decidieron participar de la protesta contra el líder de La Libertad Avanza. Ellos se movilizaron en la columna de La Cámpora, la más larga de la tercera línea, donde se agrupaban los partidos políticos.
Entre los dirigentes que participaron en la marcha figuraron, además, el gobernador bonaerense Axel Kicillof, la diputada nacional Victoria Tolosa Paz, el referente de los movimientos sociales, Juan Grabois, y el sindicalista Rodolfo Daer, del gremio de la alimentación, entre otros.
Aunque sus dirigentes jugarán un papel clave en el Parlamento si el Gobierno propone modificar la política de género, como la eliminación del DNI no binario y el cupo laboral trans, la oposición evitó ocupar los primeros lugares de la manifestación. Quienes encabezaron la protesta fueron los miembros del colectivo LGBTIQ+ que pretenden “marcar un límite” a la administración libertaria y evitar un retroceso en las políticas de “discriminación positiva”.
En la marcha, sin embargo, abundaron consignas que fueron más allá de las declaraciones de Javier Milei en Davos y mostraron a la oposición con la intención de instalar otras consignas. “Cuando uno mira los sindicatos, las organizaciones políticas, se encuentra con un planteo también en contra del programa económico de Milei”, dijo, por caso, la kirchnerista Julia Strada.
Más allá de estas consignas contra la política económica, la principal demanda era la continuidad de las políticas de género y el fin de los “discursos estigmatizantes”, una demanda que ya había sido elevada a Justicia. La Federación Argentina LGBT, una de las organizaciones convocantes, y Norma López, responsable del Observatorio de Violencia por Motivos de Género, habían denunciado penalmente al mandatario por “amenazas” e “incitación al odio”.
De igual modo, el diputado de Encuentro Federal, Esteban Paulón, también llevó al líder de La Libertad Avanza a la Justicia y, además, presentó un proyecto de resolución en la Cámara baja para repudiar las declaraciones de Milei. El documento también lleva la firma de los legisladores de Unión por la Patria, por un lado, y de la Mónica Frade y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, por otro.
“Venimos a decir presente, a poner el cuerpo, a dar testimonio, a que no haya ningún tipo de retroceso en la conquista de derechos en la Argentina”, manifestó el diputado de la Coalición Cívica a LA NACION. Ferraro se movilizó junto al legislador porteño de Pro, Emmanuel Ferrario, y la Juventud de la Coalición Cívica, que llevaba una bandera de la comunidad LGBTIQ+. A diferencia de otros espacios políticos, no llevaban banderas partidarias.
La UCR, en cambio, lució sus tradicionales tonalidades rojizas en sombrillas y banderas. Desde las 15, el espacio presidido por el senador nacional, Martín Lousteau, se preparó para marchar al Congreso contra la administración libertaria. Allí, la juventud radical se reunió con la Federación Universitaria Argentina (FUA) dirigida por la militante Piera Fernández para marchar juntos hasta la Casa Rosada.
Delante de ellos, el Polo Obrero, la CTA y su brazo autónomo, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y el Frente de Izquierda también se manifestaban. Como habían adelantado en sus redes sociales, Myriam Bregman y el diputado nacional Nicolás Del Caño también estuvieron presentes.
Pasadas las 20, los manifestantes se desconcentraron sin que se registraran incidentes.
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