El Gran Premio de Italia, celebrado en el mítico circuito de Monza, representó otro desafío para el piloto argentino Franco Colapinto. En una jornada en la que el rendimiento del monoplaza Alpine no fue el esperado, Colapinto finalizó en la 17ª posición, la misma en la que había largado.
La carrera estuvo marcada por las dificultades del coche de Alpine el cual tristemente no se adaptó al ritmo del «Templo de la Velocidad». El piloto de Pilar, quien había largado 17º (un puesto que ganó por una penalización a otro corredor), luchó durante toda la competencia por encontrar un ritmo que le permitiera escalar posiciones. A pesar de los esfuerzos, el Alpine demostró su falta de velocidad punta, un factor clave en un circuito de alta velocidad como Monza.
La carrera de Colapinto tuvo algunos altibajos. En la vuelta 30, logró ubicarse en el puesto 12, pero tras una parada en boxes y un pequeño error al pasarse en una chicana, se vio relegado nuevamente. Su compañero de equipo, Pierre Gasly, que largó desde el pit lane, terminó la carrera en la 16ª posición, por delante del argentino.
A pesar de las dificultades, Colapinto y Alpine lograron cruzar la línea de meta, aunque sin sumar puntos. El ganador de la carrera fue Max Verstappen de Red Bull, seguido por los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri. En lo que respecta a Verstappen es la tercera vez que el piloto sale victorioso en Monza por encima de grandes pilotos como Norris.
El resultado en Monza es un reflejo de las complicaciones que ha enfrentado el equipo Alpine en la temporada. Para Franco, que sigue en la búsqueda de sus primeros puntos en la Fórmula 1, la próxima parada será el Gran Premio de Azerbaiyán, donde buscará revertir la situación y demostrar su potencial.
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