Después de mantenerse en silencio durante un mes, Domingo Cavallo volvió recargado y apuntó contra el equipo de Luis Caputo por las «improvisaciones». El exministro de Economía cuestionó la vigencia de controles y las intervenciones para tratar de contener el dólar, pronosticó un empeoramiento de la economía hasta las elecciones y planteó la necesidad de adoptar un nuevo esquema cambiario y financiero.
«El empeoramiento de los últimos meses no puede atribuirse solamente al riesgo “KUKA” ni a las embestidas de la oposición en el Congreso, sino también a imprevisiones e improvisaciones del equipo económico. Las imprevisiones vienen desde el diseño mismo de la estrategia de desinflación», disparó el economista en un informe privado publicado ayer en la previa a una jornada caliente en los mercados.
De esa manera, negó la tesis del ministro de Economía, según la cual la mayor volatilidad en las tasas y la suba del dólar, junto con el aumento del riesgo país, obedecen al temor al triunfo electoral del kirchnerismo. Cavallo dijo que «no hubo un plan de estabilización» porque era imposible lanzarlo de manera creíble si antes no se acumulaban suficientes reservas propias para respaldar los pasivos en pesos del Banco Central.
«La principal imprevisión fue no utilizar el año 2024 para acumular reservas propias a través de un superávit de balanza de pagos y la emisión de pesos para comprar esas reservas como única forma de crear liquidez en pesos», sostuvo.
Y señaló que «las improvisaciones más dañinas ocurrieron desde el reemplazo de las LELIQs por las LEFIS, el pretendido reemplazo de las LEFIS por letras del Tesoro y el uso y abuso de los encajes bancarios para obligar a los bancos a financiar al Tesoro a costa de la contracción drástica del crédito bancario al sector privado y un aumento extravagante de las tasas reales de interés».
En el documento de 9 páginas, el exfuncionario planteó que es una paradoja que Milei haya hecho campaña con la «dolarización» (que implica una liberación total del movimiento de capitales), pero «siguiera valiéndose de los controles e intervenciones casuísticas y discrecionales que durante 21 años (del 2002 al 2023, excepto durante 2016 y 2017) condujeron a la alta inflación y a la desorganización completa de la economía».
En ese sentido, advirtió que el sistema monetario que rigió desde el fin de la convertibilidad no tuvo como principal rasgo que el tipo de cambio haya dejado de ser fijo, sino que el peso haya dejado de ser una moneda convertible, lo que según él implica que todas las personas puedan elegir la moneda en la que ahorran e invierten y quienes traen capitales sepan que no caerán en una «trampa» sin salida.
En ese marco, si bien elogió que el gobierno haya puesto énfasis en eliminar de cuajo el déficit fiscal, afirmó que «el error ha sido haber utilizado la inconvertibilidad de la moneda para conseguir una caída de la tasa de inflación más rápida, aplicando controles de cambio a la vieja usanza y dictando el tipo de cambio oficial sin acumular reservas propias y con manejos muy discrecionales y erráticos de la política monetaria»
Y aseguró que la creación de un sistema monetario basado en la convertibilidad es la cuestión más relevante que ahora enfrenta el gobierno para salir, luego de las elecciones, del entuerto en el que está sumida la economía en los últimos meses y en el que seguirá hasta el 27 de octubre
En su diagnóstico de la situación actual, Cavallo alerta que la actividad económica, que se ha recuperado a un ritmo del 5 al 6% entre abril de 2024 y abril de este año por el aumento del crédito al sector privado y tasas de interés negativas en términos reales, «está estancada desde marzo».