La suba del dólar de las últimas semanas no se reflejó aún con fuerza en las listas de los proveedores que reciben empresas ni en las góndolas.
Desde la Cámara Argentina de Supermercados respondieron este viernes a una consulta de Clarín que los aumentos en todo caso han sido “moderados, nada llamativo”. Lo mismo desde la asociación que nuclea a autoservicios mayoristas.
Desde una cadena importante, que pidió no ser nombrada, respondieron directamente que si llegan a recibir esta semana una lista con aumentos por el incremento en el dólar “vamos a rechazarla porque no tenemos cómo trasladar aumentos, las ventas no vienen bien”.
Las mediciones online que hacen las consultoras tampoco detectaron subas tras el ajuste del dólar.
Los precios de los alimentos y bebidas relevados por LCG arrojaron un aumento de 0,3% la semana pasada. “Deja una desaceleración de 0,8 puntos porcentuales en la inflación promedio de las últimas cuatro semanas, la que se ubica en 1,8%”, dice el informe de LCG. “A su vez el porcentaje de productos sin variación de precios se mantuvo prácticamente constante por encima del 70% a la vez que aumentaron los productos con reducción del precio entre semanas”.
Entre los economistas y empresarios que siguen de cerca los costos, sin embargo hay especulaciones acerca de por qué en las próximas semanas podrían registrarse aumentos. Van dos razones.
1. El sector minorista recompuso márgenes en marzo, antes de la salida del cepo, cuando el dólar subía al 1% mensual (y el Gobierno le echó la culpa al tratamiento de la Ley Guzmán en el Congreso para firmar el acuerdo con el FMI). El tema es que las mediciones de las consultoras no captan el comportamiento de los mercados mayoristas, que en marzo no aumentaron como los minoristas, y quizá en las próximas semanas haya algo de eso. Al mes siguiente de la salida del cepo, en mayo, se registró la inflación más baja de los últimos 90 días (1,5% mensual), pero la núcleo se mantuvo arriba de 2%. Quiere decir que hay un componente de inflación subyacente no menor.
2. La consultora Equilibra midió que la segunda semana de julio registró la inflación más alta para una segunda semana precisamente desde marzo, cuando muchos se apresuraron a remarcar de cara a la salida del cepo.
En su cuenta de X la consultora posteó: “La 2da semana de jul-25 arrojó un alza de 0,5% (+0,2 p.p. vs 2da semana de junio). Lideraron Estacionales (+0,8%, con hoteles encabezando) y el IPC Núcleo (+0,5%). Además, algunos bienes asociados al tipo de cambio mostraron subas superiores al nivel general durante esta semana: lácteos, aceites, azúcar, bebidas, productos limpieza y de cuidado personal”.
El dólar cerró este viernes otra semana en alza llegando a $ 1.262 (mayorista), 1,8% por encima del valor del viernes pasado y acumulando una corrección de 5,7% en lo que va de junio. Sería menos que la inflación esperada para ese mes.
En lo que va del año el dólar aumentó 19,9% y desde la salida del cepo 17,5%. La inflación acumulada a junio rondaría el 15% (si junio da 2%).
“En un contexto en el que el mercado parece mostrar preocupación por la dinámica de la cuenta corriente y la falta de acumulación de reservas, la suba reciente del tipo de cambio real podría ser leída como una corrección sana para la macro”, dicen los economistas de 1816 en un informe reciente. “ Si finalmente este movimiento ayuda a la solidez económica o no dependerá en buena medida del nivel de pass through que podremos empezar a medir con la inflación de julio”.
Para Eco Go, “cuál es el traslado a precios de un dólar un poco más alto pero controlado dentro de las bandas lo veremos en los próximos meses, en un contexto donde la apertura de la economía y el nivel de actividad limitan la suba en los precios de los transables”.