El ministro de Economía, Luis Caputo, minimizó el déficit en la cuenta corriente y sostuvo que “es absolutamente esperable y razonable para un país que estaba totalmente descapitalizado”. El funcionario expuso en el Congreso Nacional Pyme 2025 que se llevó a cabo en La Rural y contó con la presencia de los principales protagonistas del sector.
El titular del Palacio de Hacienda destacó que “ese déficit de cuenta corriente ya no financia déficit del sector público, sino que es déficit privado. El nivel de déficit es absolutamente razonable y hasta sano para una economía que está creciendo al 6%”.
De esta manera, el titular de la cartera económica le bajó la espuma a la demanda de divisas proveniente del turismo y de la balanza comercial de bienes, en un contexto donde la acumulación de reservas del Banco Central provino de la adquisición de deuda. Esta semana el Indec publicó los datos del primer trimestre 2025 de la Balanza de Pagos y arrojó un rojo en la cuenta corriente por US$ 5.191 millones.
Este contexto pone presión a la situación que atraviesan las arcas de la máxima autoridad monetaria, en un escenario donde el Central no intervino en el MULC desde la implementación del nuevo esquema cambiario a mediados de abril. El equipo económico tiene, por mandato presidencial, prohibido intervenir a no ser que el tipo de cambio roce la banda de flotación. Si lo hace, podría implicar movimientos en el tipo de cambio y ruidos en el índice de inflación.
Pero Caputo le encontró la vuelta, ante la necesidad de engrosar el activo del BCRA. El ministro de Economía confirmó ayer que el Tesoro Nacional compró US$ 200 millones para reforzar las reservas de dólares. La decisión se conoció a través de las redes sociales: “Verdadero”, publicó Caputo sobre un posteo que daba cuenta de la operación concretada la semana pasada. Era una posibilidad que ya había sido adelantada por el ministro en medio de la discusión por la acumulación de reservas y sin compras por parte del Banco Central en el mercado de cambios.
Hacia delante, y en vista de la dinámica de los últimos meses, se espera que la segunda mitad del año resulte desafiante para el Gobierno y crezca la demanda por la moneda norteamericana en un periodo que estacionalmente aumenta la salida de dólares. “En términos estructurales, siempre el segundo semestre del año es en donde desacumulás divisas. Pareciera que no va a haber muchos más ingresos de dólares que la cuenta financiera. Entonces, teniendo en cuenta la demanda de divisas que enfrenta tradicionalmente la economía argentina en el segundo semestre, evidentemente aparece algún tipo de dificultad para sostener la paridad cambiaria”, analizó a este medio Haroldo Montagú, economista jefe de Vectorial.