Unos 400 comandantes de campo del grupo terrorista Hezbolá tienen previsto salir del Líbano hacia distintos países de América del Sur, entre ellos Brasil, Colombia, Venezuela y Ecuador, según reveló el miércoles una fuente diplomática latinoamericana al medio saudí Al Hadath.
La información se da a conocer en medio del creciente debate interno en el Líbano sobre un posible proceso de desarme de la organización chiita, tras su dura derrota en el conflicto con Israel. De acuerdo con la fuente, alrededor de 200 de estos comandantes ya se encuentran en territorio sudamericano, mientras que el resto partirá del Líbano en los próximos días.
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La fuente diplomática aseguró que la cúpula de Hezbolá dio la orden de retirar a sus comandantes ante el temor de que puedan ser atacados si se produce el desmantelamiento de su aparato militar. Es importante señalar que el grupo ya dispone de una red terrorista activa en Sudamérica y, dentro del Líbano, conserva una fuerza de varios miles de combatientes.
El martes, el presidente del Líbano, Joseph Aoun, anunció que en 2025 se consolidará la centralización total del armamento en manos del Estado. Afirmó que el proceso de desarme de Hezbolá se llevará adelante «a través del diálogo» y remarcó su compromiso con evitar una guerra civil. Aoun destacó que el canal de comunicación con la organización chiita es «bueno y directo«, y subrayó que «los resultados ya se reflejan en el terreno«.
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El mandatario libanés también indicó que las fuerzas armadas del país están clausurando túneles y requisando así como destruyendo arsenales pertenecientes a Hezbolá. Según Aoun, la incorporación de los miembros del grupo al ejército nacional debería replicar el esquema implementado con las milicias en los años 90, mediante el cual se integraba a cada combatiente de forma individual.
En respuesta al pedido del gobierno, Mahmoud Qamati, alto dirigente de Hezbolá, defendió públicamente el mantenimiento del armamento del grupo. «Estamos comprometidos con nuestras armas, estamos comprometidos con nuestra resistencia«, afirmó Qamati. Además, citó una amenaza del fallecido líder terrorista de Hezbolá, Hassan Nasrallah: «A quien quiera tocar nuestras armas, le cortarán la mano«.