Este lunes el Gobierno eliminó casi todas las restricciones cambiarias para personas humanas, lo cual provocó una devaluación, que hasta el momento está llevando al dólar oficial a la zona de los $1.200. Sin embargo, todavía rigen trabas para las empresas, por lo cual el fin del cepo no es total.
Desde esta semana ya no existe más el limite de u$s200 para la compra de dólares para atesoramiento de personas humanas, que estaba vigentes desde 2019. Además se eliminó la normativa que impedía acceder al oficial a aquellos que habían comprado dólar MEP ó CCL, y viceversa.
Para este segmento solo permanece el 30% de recargo para el turismo y las compras con tarjeta de crédito en el exterior. Esta decisión fue cuestionada por varios economistas por su poco en sentido en este nuevo escenario, en el cual los viajeros ya pueden cambiar dólares en el mercado oficial y luego pagar la tarjeta con esos billetes «verdes», ahorrándose el impuesto. No obstante, hay quienes marcan que el recargo en cuestión tiene un relevante fin recaudatorio para el Tesoro.
Las empresas deberán seguir esperando para el fin del cepo
Para las empresas se dio más una flexibilización del cepo que un levantamiento, con excepción de exportadores, importadores y bancos, que ya contaban con total libertad. Esto es ya que, por un lado, se les permitirá el giro de dividendos sin previo aviso para ejercicios comenzados desde el 1/1/25, por lo cual recién en 2026 comenzaría ese flujo a demandar divisas. En paralelo, para dividendos retenidos previos a 2025 y para la deuda de importadores previa a diciembre de 2025, se emitirán Bopreales.
Además, las personas jurídicas seguirán en pie los límites a la compra para atesoramiento, el parking y las restricciones cruzadas entre el oficial y los financieros. Este último punto con una salvedad: se resetean los plazos de 90 días a partir de hoy y no cuentan hacia atrás, pero sí definen la permanencia en cada mercado hacia adelante.
dolar vivo
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«Algunas empresas elegirán el tipo de cambio oficial (con acceso más flexibilizado para importar y vía libre para dividendos nuevos) y eso implica que los stocks (dividendos o deudas viejas) sigan atrapados, por lo cual el BCRA adelantó que prepara un nuevo Bopreal. Otras, si confían en que no habrá brecha, preferirán quedarse en el CCL, con libertad total para dolarizar stocks (el riesgo es no tener suficiente liquidez en CCL)», explicó al respecto la consultora 1816 en un informe.
¿Qué opinan los analistas y cuál fue la primera reacción del mercado?
Ante la consulta de Ámbito sobre esta diferenciación entre empresas e individuos, Pedro Siaba Serrate, Head of Research & Strategy en Portfolio Personal Inversiones, dijo que le «parece una medida acertada, y en la dirección correcta». «Creo que está pensado como un primer paso para llegar en unos meses a quitar las restricciones restantes. Por el arranque del mercado, está claro que la recepción del mercado es muy positiva. A pesar de mantener esas restricciones, la propia liberación de las personas físicas ayuda a comprimir la brecha», acotó.
En efecto, las primeras operaciones en los distintos mercados cambiarios muestran una tendencia hacia la unificación de cotizaciones. Mientras el oficial opera en $1.180, los financieros se ubican en la zona de los $1.220. Desde los bancos dijeron a este medio que lo que se ve es un volumen de transacciones similar al de ruedas anteriores, solo que más canalizado en el oficial que en los tipos de cambio bursátiles.
«El levantamiento de las restricciones cambiaras (aún cuando queden algunos aspectos a resolver como el stock de dividendos acumulados) impacta muy positivamente en el equity argentino por dos frentes: uno directo y otro indirecto», señalaron desde Invertir En Bolsa (IEB).
El canal directo refiere a que Argentina puede, ahora, ser re categorizada como mercado emergente, lo cual podría aumentar en un 50% el flujo en un mercado de poca profundidad como lo es el de la renta variable doméstica. Asimismo, el canal indirecto hace mención a la esperada recomposición de las reservas por los dólares provenientes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos, que se estima traccione a la baja al riesgo país.