En Inglaterra cuestionan a Tomas Tuchel, el entrenador, porque sienten que su selección se desviaba del “estilo Premier” y que tenía un ritmo más cansino, de “posesión” lenta e intrascendente. A los hinchas ingleses les gusta ir más al ataque directo: velocidad y precisión. El equipo venía de ganarle a Albania por 2-0, por las Eiminatorias para el Mundial 2026. Este lunes, ante Letonia, tenía una oportunidad de cambiar la imagen. Acercarse a la gente, que colmó el estadio Wembley Stadium con 90.000 espectadores. El resultado final, pero sobre todo la búsqueda frenética al arco rival, conformaron a los simpatizantes, que celebraron el triunfo por 3-0 que lo dejó como líder del Grupo K. Inglaterra sumó 27 remates (sólo en el primer tiempo generó 17), mientras que su adversario apenas logó probar en tres oportunidades.
En los primeros diez minutos de juego, con el dibujo táctico 4-1-4-1 que en los papeles fue un 2-1-4-3, Inglaterra tuvo una alta posesión, del 80% , con todo el equipo jugando en campo rival y generó ataques donde puso a cinco jugadores dentro del área de Letonia. La actitud furiosa fue clave para demostrarle a su público que lo que más querían era llegar al gol sin importar la cantidad de toques. Pero, muchas veces, vale el movimiento del balón para no hacer pases por hacer, sino encontrar la mejor alternativa para romper líneas defensivas.
Letonia, dirigida por el italiano Paolo Nicolato, dispuso de un sistema 5-4-1, pero lo que llamó la atención fue que se defendió casi siempre con ocho jugadores dentro de su propia áerea. Literal. Pocas veces se ve una estrategia de este tipo, por más que es lógico que determinados equipos, al sentirse inferiores, retrocedan y traten de juntar líneas cerca de su arquero. Pero lo sorprendente fue que la “foto” del partido fue la de la apertura, con casi toda Letonia resistiendo dentro de su área con nueve o diez futbolistas. Y eso que cada tanto, aunque a cuenta gotas, intentó un contraataque.
Laterales subidos de Inglaterra y, en los últimos 30 metros, el zurdo Bowen por la derecha (contra Albania había sido titular en esa posición Foden), Rogers por el centro, Bellingham suelto, preferentemente recibiendo de la izquierda al centro, más Rashford como falso wing izquierdo y Kane como máxima referencia ofensiva. El 9 muchas veces quedaba enredado por esa cantidad de defensores de Letonia y, en la primera etapa, casi ningún centro le cayó a él. Justo él, que es un especialista.
Pero el primer susto se lo llevó Pickford a los 18 minutos, cuando una desinteligencia del propio arquero con el central Marc Guehi casi termina en gol de Vladislavs Gutkovskis, que remató con el arco vacío a la parte externa de la red.
Acto seguido reclamaron penal de Roberts Savaļnieks sobre Marcus Rashford pero el árbitro Orel Grinfeeld no lo sancionó y dio la impresión de que tuvo razón.
Zviedris se vistió de héroe al sacar un remate a quemarropa ante un zurdazo de Rice luego de una pelota parada y ante un rebote de un cabezazo de Bellingham que había dado en la espalda de un defensor. Los centros caían sobre el punto penal para Kane, Rashford y Bowen. Chequearon un potencial penal vía VAR en una estirada del arquero sobre Bowen, pero entre ambos resolvieron que no era falta del 1. Y acertaron, ya que había contacto pero no lo suficiente como para considerarla infracción.