La leve aceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en febrero no sorprendió al mercado. El avance de 2,4% mensual que informó el INDEC el viernes pasado estuvo cerca de lo estimado por los economistas, que aseguran que la dinámica es parte del proceso y no cambia la tendencia bajista que se prevé hacia los próximos meses, en los que lograría caer por debajo del 2%.
Por ahora, descartan que los ruidos que se generaron el viernes pasado, a partir de la fuerte demanda de dólar futuro y la abultada venta de reservas del Banco Central en el mercado oficial de cambios, interrumpan la tendencia de desaceleración inflacionaria.
En la City aseguran que la presión cambiaria del viernes se generó a partir de rumores relacionados con la salida del cepo tras la firma de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y no está vinculado con fundamentos de la economía. Por lo tanto, creen que en las próximas jornadas la presión debería mermar e, incluso, parte de los movimientos del viernes podrían revertirse.
«No creo que lo del viernes cambie algo. Mientras siga la expectativa de avance en el nuevo acuerdo con el FMI y el clima externo se presente un poco más calmo, se mantendría el clima de calma cambiaria, lo que ayudaría a extender el proceso de desinflación, más allá de una eventual moderación del ritmo en el corto plazo», afirma el economista Gustavo Ber en diálogo con iProfesional.
Inflación en tendencia bajista, pero no lineal
Los analistas aseguran que el proceso no es siempre lineal, por lo que puede haber períodos de pausa en la desaceleración y lo más importante es observar la tendencia. En ese sentido, resaltan que la tendencia sigue siendo a la baja y en abril caería por debajo del 2%, según los participantes del Relevamiento de las Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central.
Incluso, no descartan que el IPC de marzo sea similar o mayor al de febrero, debido a la alta estacionalidad de este mes, que habitualmente hace que la variación de precios sea mayor que la de los dos meses anteriores. Pero, de acuerdo con la expectativa, una vez pasado el pico estacional, el avance de los precios retomaría el proceso de desaceleración.
La mediana de las consultoras que releva el Banco Central prevé que en marzo, por la presión estacional, el IPC registrará un avance de 2,2% mensual. En abril, el índice caería por debajo de 2% para ubicarse en 1,9%. En mayo y junio, el avance de los precios cedería a 1,7% en ambos casos. En julio, desaceleraría a 1,6% y en agosto sería de 1,5% mensual.
Por ahora, el mercado sigue optimista con la inflación
Los analistas de GMA Capital afirman que la aceleración que se registró en febrero no es preocupante. Además, resaltan, el mercado financiero parece mantener la confianza en la tendencia de desaceleración de la inflación que está logrando el Gobierno, ya que «entiende que no hay tal cosa como un proceso desinflacionario lineal».
«Los especialistas siempre coincidieron en algo: los procesos de desinflación no suelen ser lineales. Incluso, aunque las consultoras habían recalibrado sus expectativas al alza para febrero y marzo en el último REM (estimaron 2,3% y 2,2%, respectivamente), la cifra anual de 2025 permaneció casi sin modificaciones, situándose en 23,3%», sostienen.
C&T Asesores Económicos, que todos los meses hace su propio relevamiento de precios en la zona del Gran Buenos Aires, anticipa que en la primera quincena de marzo se observó una moderación en las remarcaciones. Sobre todo, en los precios del rubro de alimentos, que fue el que más influyó en el alza de febrero (principalmente, por los precios de la carne).
Sin embargo, advierte que la categoría de educación, como es habitual en marzo, ejerce presión sobre el índice de precios. Además, ahora se suma el ajuste en las tarifas del transporte público en la ciudad de Buenos Aires, que se mantenían sin cambios de desde septiembre. Por estos dos factores, la consultora estima que el IPC de marzo volverá a superar el 2% mensual.
«Recordemos que en marzo hay factores estacionales presionan sobre el IPC general. Además, la demanda estacional de pesos cae respecto a diciembre-febrero. Creemos que los factores estacionales en precios y demanda de dinero, sumado a los precios regulados, podrían llevar al IPC general a una marginal aceleración en marzo, aunque aguardamos más datos de alta frecuencia para tener mayores certezas», afirma SBS.
Para el resto del año, el bróker de bolsa mantiene la perspectiva que indica que la dinámica cambiaria será lo más relevante para que continúe la desinflación. Además, resalta que el proceso de desaceleración no será lineal, sino que podrá ir oscilando mes a mes, pero la tendencia sería bajista.
«Habrá que prestar especial atención a la dinámica de servicios y salarios, que avanzan a un ritmo superior al de los bienes, impulsando una mayor apreciación del tipo de cambio real. En términos de apreciación cambiaria, la desaceleración del ritmo devaluatorio oficial al 1% mensual tendrá un costo más bajo cuanto más rápido converjan los servicios y salarios a la nueva velocidad de la cotización oficial del dólar», afirma.