Desde el inicio del año, Comodoro Rivadavia ya registró cinco muertes violentas. Un homicidio cada 8 días, lo que ubica a la ciudad en una situación de alerta. La tasa de homicidios se ubica entre las más altas del país, y crece la preocupación por la muerte de personas jóvenes en actos violentos.
Sin embargo, el intendente de Comodoro Rivadavia, Othar Macharashvili, no parece preocupado por la escalada de violencia y muerte en Comodoro Rivadavia. De hecho se ha pasado los últimos días haciendo turismo por la provincia, reuniéndose con intendentes del Valle como Damián Biss y Gerardo Merino, para gestar alguna supuesta agenda común, aunque no hay precisiones al respecto.
En su recorrida valletana, Othar no perdió la oportunidad de visitar Dolavon, dónde disfrutó de las mieles de los tradicionales Carnavales el pasado fin de semana. Incluso este lunes tuvo tiempo para ver el partido de la CAI ante Costa Brava, que tuvo un vergonzoso final, y puso furioso al Intendente que no tardó en mostrar su indignación en redes sociales.
Mientras el Intendente se calza el traje de turista y se indigna por un resultado deportivo, en Comodoro Rivadavia la situación en materia de seguridad se agrava, y no se le conocen declaraciones al respecto. Incluso hay dirigentes que se preguntan porqué Macharashvili no reclama explicaciones acerca de los resultados del Comando Unificado que se montó en la ciudad.
Las estadísticas muestran que desde el inicio de 2025, Rosario ha registrado una tasa de homicidios menor a la de Comodoro Rivadavia. En aquella ciudad, quizá la más peligrosa del país, se han instalado las fuerzas federales y aparentemente las medidas ha surtido efectos. Sin embargo, en la ciudad petrolera, lejos de disminuir, los crímenes violentos van en aumento cobrándose jóvenes vidas.
Claramente hay algunas preguntas que rondan en el aire de Comodoro Rivadavia por estas horas. ¿Cuáles son las prioridades del intendente Macharashvili?, ¿Acaso la oposición tomará cartas en el asunto y le pedirá explicaciones?.
La comunidad de Comodoro Rivadavia espera respuestas, mientras la violencia y el delito crecen día tras día.