Luego de un año en el que la actividad de la construcción se vio deteriorada, las expectativas del sector para 2025 son cautas. En lo que respecta a la obra pública, el foco de la reactivación está puesto en las provincias, descartando casi por completo la injerencia nacional. Por su parte, el sector privado habla de una recuperación lenta y traccionada a partir del crédito.
Diciembre no trajo buenos números en los indicadores de la construcción. Por caso, el Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos que comercializa el rubro, registró una baja de 1,25% mensual desestacionalizada, y se mantuvo 6,6% por debajo del nivel de diciembre de 2023. De esta forma, el acumulado de enero-diciembre de 2024 cerró 27,2% por debajo del mismo período del año anterior.
Por su parte, la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) informó que el despacho de cemento cayó el mes pasado un -5,4% a nivel interanual, mientras que la baja mensual fue de -11,9% y la acumulada -23,9%.
El dato que sí exhibe una leve mejoría del 2,2% -en términos desestacionalizados- proviene del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), pero responde al mes de noviembre. Lo publicó este miércoles el INDEC. Aún así, el mismo informe también indica que la actividad se ubica un -23,6% abajo a nivel interanual y un -28,5% en el acumulado.
Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO), considera que la primera parte de 2024 marcó un fuerte deterioro en la actividad por efecto del fin de la obra pública, pero que el sector vivió en el segundo semestre una modesta recuperación.
“La construcción tuvo una caída importante fundamentalmente en el primer semestre del año. A partir de julio se amesetó la caída, y entre octubre y noviembre vimos que se tomaron algunos empleados más, pero los números quedaron por debajo de 2023”, señaló Weiss, en diálogo con Ámbito.
El empleo en la construcción en niveles “históricamente bajos”
Según el informe de coyuntura de la construcción realizado por el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), a octubre se registraron 357.070 puestos de trabajo en la industria, cantidad ligeramente superior a la del mes anterior (+0,3 %).
Si bien se completan ya cuatro meses consecutivos en terreno positivo, octubre estuvo marcado por una sensible desaceleración del ritmo de crecimiento intermensual en relación con los dos meses previos.
“La recomposición del empleo, aunque representa un avance positivo, se produce en un contexto con niveles históricamente bajos. El registro actual se encuentra un 12,5% por debajo del promedio de los meses de octubre del período 2010-2019, y sólo supera a la del año con mayor impacto de la crisis provocada por la pandemia”, indica el estudio.
Obras provinciales y sector privado mantienen la expectativa dentro del sector
¿Qué traccionó, aunque sutilmente, la interrupción de la caída en el sector? Tanto el titular de CAMARCO como las entidades empresariales que conforman el IC concluyen en un factor: la obra privada.
Justamente ahí están puestas las expectativas de cara al año que comenzó. Según la cita de IC, el proceso de recuperación “será lento”, y estará asociado a la reactivación de obras privadas, “traccionado principalmente por la expansión del crédito hipotecario y la búsqueda de inversión en ladrillos”, explican desde Construya.
Según datos del sector, el año pasado se entregaron créditos hipotecarios UVA por un total de u$s830 millones, de los cuales u$s240 millones se aprobaron en diciembre, el registro más alto desde mayo de 2018.
Por su parte, Weiss sostiene que la actividad podrá encontrar un sendero de reactivación de la mano del sector privado que se vincula a grandes proyectos de infraestructura, como el petróleo, el gas y la minería.
La planificación del sector se da en un contexto donde los costos en dólares crecieron significativamente, aumento que no se trasladó proporcionalmente a los precios de mercado. Por ejemplo, la construcción o refacción de viviendas cuesta un 150% más que en 2023. El costo promedio parte desde u$s1500 por metro cuadrado.
Respecto de la obra pública, desde CAMARCO comprenden que la regla del Gobierno es clara: no es compatible con la meta del superávit fiscal inquebrantable. Al menos hasta que Nación decida reactivar los contratos actualmente paralizados.
En ese sentido, no se deja de advertir que “sería importante continuar con obras que están próximas a su finalización” y que forman parte de la infraestructura necesaria para que el sector privado pueda operar, como rutas o puentes, o bien destinadas al bien social, como hospitales o escuelas.
Un escalón más abajo se encuentran las obras públicas provinciales y municipales, que sí comenzaron a recobrar vida paulatinamente y es por donde Weiss apuesta que pasará también el futuro del sector durante este año.
En ese sentido, en las últimas semanas se dieron una serie de declaraciones desde distintos puntos del país que apuntan a un 2025 con la continuación de infraestructura local.
Por mencionar algunos ejemplos, la provincia de Santa Fe puso en marcha la construcción del tercer carril de la Autopista Rosario-Santa Fe, una inversión que requiere de $41 mil millones. Río Gallegos anunció la disposición de $26 mil millones para construir 87 viviendas del programa “Casa Propia”. Por su parte, Neuquén destacó que mantiene 144 obras en ejecución y la Provincia de Buenos Aires asumió la reactivación de más de 350 obras paralizadas por el Gobierno nacional.