La laguna de Mar Chiquita siempre tiene lisas, eso no es nuevo. Basta simplemente con embarcarse y recorrer sus recovecos para poder ver su movimiento, a veces con saltos incluidos y grandes borbollones. No importa la estación del año: vive permanentemente en un ecosistema que le permite estar cómoda, sin depredadores a la vista. Claro que el aumento de la temperatura ambiente (que coincide con el verano) la muestra mucho más activa y -sobre todo- con ganas de comer.
Lo difícil es pescarla. Porque está ahí, pero a la lisa le encanta jugar con las boyas, coletear al lado del aparejo, moverse curiosa cerca del anzuelo, pero no pica. Por eso, cuando se logra capturarla es toda una novedad y todavía más cuando aparecen las grandes, situación que se venía dando de manera esporádica pero que este fin de semana marcó el núcleo central de los resultados de pesca.
La clave siempre es buscar agua clara. Por suerte para los pescadores esta situación se dio, como por ejemplo al norte del Recreo San Gabriel, en una zona conocida como “el mangrullo”, recostada sobre la margen que da hacia la costa. Allí se concretó una excelente jornada de verdaderos torpedos que mostraron una potencia habitual. Si bien el pique no fue constante, la especie fue haciendo pasadas y el resultado final fue excelente por cantidad y calidad.
Otro lugar que no falla es la bahía del arroyo Sotelo, en inmediaciones del Recreo Juan y Juan. Un sector donde la lisa busca refugio de las condiciones climáticas y que siempre ofrece pesca, aunque no siempre están las más grandes. En esa búsqueda, muchos botes optan por irse laguna arriba, ya sean en el molino o al pie del médano blanco, cuya cancha es propicia. En ambos se lograron muy buenas faenas durante el último fin de semana.
No hay novedades con los aparejos. Una línea de 5 boyas con 5 anzuelos es suficiente. La tradicional. Tampoco hay misterio con la carnada: peceto o panza de lisa coloreada de rojo. En este contexto de sol y aumento de temperatura, es un gran momento para ir a pescar lisas. Está todo dado. La llave del éxito está en buscar su movimiento, encontrar las condiciones del agua y tener paciencia. Mucha paciencia.