En Uruguay las denuncias falsas de «violencia de género» al amparo de la ley de género 19.580 están a la orden del día desde 2017 cuando se aprobó la norma bajo el segundo gobierno de Tabaré Vázquez.
Ya desde antes existían muchas organizaciones feministas que hacían de la supuesta «violencia contra las mujeres», negocios inmorales para cobrar dinero público y llenarse los bolsillos.
Negocios sucios
Hay conocidas dirigentes feministas que se hicieron ricas con la excusa de que estaban «combatiendo la violencia de género».
Se metieron a dirigir organizaciones feministas y a celebrar convenios con el MIDES, con intendencias o con otros organismos estatales, para cobrar dinero público y hacer de eso su forma de vida.
Además de eso, en Montevideo las denuncias de violencia de género son sustanciadas en los Juzgados de Familia Especializada de la avenida Rondeau, donde la enorme mayoría de las denuncias radicadas son falsas.
Las denuncias falsas son promovidas por organizaciones feministas, por Inmujeres del MIDES, o por Comuna Mujer del intendencia de Montevideo.
Las denuncias falsas contra hombres inocentes son un negocio. Cientos o miles de feministas tienen aceitado un negocio turbio fomentando denuncias falsas para cobrar permanentemente dinero público. Todo pago con los impuestos de los uruguayos.
Más juzgados inútiles
Además de los mencionados Juzgados de Familia Especializada, en los últimos años se han creado Juzgados Letrados Especializados en Violencia basada en Género, Doméstica y Sexual en el Interior, donde también se promueven denuncias falsas contra varones todo el tiempo.
La Suprema Corte de Justicia se ha prestado a este juego pidiéndole al Parlamento que creara este tipos de juzgados en todo el país.
Se dilapidan recursos humanos y materiales en la industria de la denuncia falsa.
A modo de ejemplo, se crearon nuevos Juzgados Letrados Especializados en Violencia basada en Género, Doméstica y Sexual, 1º y 2º Turnos, en la ciudad de Rivera.
El Poder Judicial invirtió $12.234.457 en la reforma que permitió la creación de los Juzgados.
El Poder Judicial, que tiene magros recursos, lo malgasta fomentando la denuncia falsa de violencia de género, se separan a los papás a raíz de esas denuncias, y por supuesto un montón de organizaciones feministas lucran con este macabro.
En lugar de juzgados que atienden arrendamientos, desalojos, divorcios, o visitas, el Parlamento aprueba leyes creando juzgados de género para destruir familias, para promover el negociado de la denuncia falsa, y para separar a niños de sus papás.
Se promueve la ideología de género y la dictadura feminista inventando violencias que no existen, están destruyendo a la familia uruguaya desde hace años.