El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, se encamina a ser reelegido en el cargo durante la sesión preparatoria de este miércoles que definirá a las autoridades de cuerpo, pero el clima enrarecido entre los bloques y el malestar que hay en el PRO con el gobierno de Javier Milei sembró dudas sobre el quórum e hizo correr una especie de «amenaza».
En el Congreso todos están a la espera de que Milei defina la convocatoria a sesiones extraordinarias y la lista de proyectos a tratar. Este martes el Ejecutivo volvió a jugar con el misterio a través del vocero Manuel Adorni. Aunque la mayor parte del arco político está resignado a que no habrá Presupuesto 2025, algunos todavía esperan que se incluya.
Con ese telón de fondo, en las últimas horas sobrevoló por los bloques opositores la posibilidad de dejar la sesión sin quórum para que Menem quede en un «limbo» hasta que el Presidente confirme el llamado a extraordinarias. Ninguno quiere votar en contra del libertario para que el Gobierno no los acuse de «golpistas» y será, casi sin dudas, ratificado en el cargo. Pero dejarlo en espera es una opción que tentó a algunos.
La idea tuvo aroma a «amenaza» dirigida a Milei, porque la Casa Rosada había dejado trascender que convocarían a extraordinarias después de que Menem fuera reelegido. Si avanzara el plan de dejar al libertario en suspenso, le darían vuelta el tablero. Por eso, en las horas previas hubo muchas reuniones a puertas cerradas tanto en la Casa Rosada como en el Congreso para evitar un clima conflictivo en la sesión.
Martín Menem y su reelección en Diputados: ¿peligro para los planes de Javier Milei?
«Es más terrorismo que otra cosa», deslizó un experimentado operador parlamentario a iProfesional al ser consultado por la amenaza de dejar sin quórum la sesión preparatoria. Sin embargo, en el oficialismo sintieron el peligro. Si bien saben que nadie quiere arrebatarles el lugar que, por buenos usos y costumbres, siempre se le dejó al partido de Gobierno -dado que es parte de la línea de sucesión- tampoco quieren sufrir un revés o un papelón.
En ese contexto, Menem organizó una reunión con los jefes de bloque para este martes por la noche, previa al encuentro de Labor Parlamentaria que se realiza por la mañana el mismo día de la sesión. «No es común que se haga algo así. Está todo muy raro«, advirtieron a este medio en dos de los bloques dialoguistas.
Por otra parte, este martes por la tarde el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, recibió al diputado Miguel Pichetto, titular del bloque Encuentro Federal, donde hay arrastran hace meses un enojo con el gobierno de Milei, potenciado ahora por la suspensión del tratamiento del Presupuesto. Varios en esa bancada responden a gobernadores.
En paralelo, Eduardo «Lule» Menem, tío del presidente de la Cámara de Diputados y operador de Karina Milei, fue al Congreso para reunirse con algunos diputados. Así, las espadas más afiladas de La Libertad Avanza activaron un operativo para tratar de asegurar una sesión preparatoria sin sorpresas ni demoras imprevistas.
Las conversaciones giraron en torno al Presupuesto 2025 y el llamado a extraordinarias. «Puede haber novedades en las próximas horas», adelantan en la Casa Rosada donde, de todas formas, primero quieren tener asegurada la reelección de Menem al frente la Cámara baja. Una fuente inobjetable del Gobierno confirmó cuál sería la reacción si eso no ocurriera, al afirmar que «si no lo eligen sería un golpe institucional».
La furia del PRO de Mauricio Macri y la «amenaza» de una sesión sin quórum
El rumor sobre un plan para hacer que a La Libertad Avanza le cueste un poco más ratificar a Menem escaló luego de que trascendiera que el más interesado en esa jugada era el bloque del PRO. La versión indicaba que Mauricio Macri, furioso por el destrato del Gobierno y por la caída del proyecto Ficha Limpia -bajo sospechas de pacto con el kirchnerismo- pidió a sus diputados sondear a los otros bloques para dejar sin quórum la sesión.
Sin embargo, más allá de esa versión, la idea efectivamente circuló por algunos despachos y les pareció atractiva a varios diputados de Encuentro Federal, de Democracia Para Siempre y de Unión por la Patria, pero no encontró en ningún momento el consenso suficiente como para llevarse a cabo.
Igualmente, nadie descarta que el PRO aproveche la sesión para enviar una señal contundente al Gobierno de su malestar. Que los conducidos por Ritondo no bajen al recinto o que se haga presente solo una parte del bloque es una posibilidad que está latente, así como la opción de diputados de distintos bloques decidan abstenerse.
En principio, la reelección de Menem no correría peligro, pero si no hubiera un entendimiento con el oficialismo en torno al temario de las extraordinarias, es posible que enfrente duras críticas por su manejo de la Cámara o que las abstenciones impidan que reúna los 129 votos que necesita.
Lo cierto es que el riojano está trabajando hace tiempo para asegurarse los votos de distintos bloques. De hecho, hace tres semanas se juntó a almorzar con Pichetto y Emilio Monzó, referentes de Encuentro Federal, en el comedor del Senado para sondear el nivel de apoyo que tendría en ese bloque, según confirmaron a iProfesional fuentes parlamentarias.
Si bien Menem no se llevó ninguna promesa definitiva, el encuentro es interesante por su connotación. Monzó presidió la Cámara de Diputados durante los cuatro años de la gestión de Mauricio Macri y Pichetto conoce como nadie los resortes de la política parlamentaria, pero además cada vez que se rumoreó una posible caída en desgracia de Martín Menem, los que más sonaron como su reemplazo fueron ellos dos y el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo.
¿Por qué Martín Menem tendría asegurada su reelección a pesar de las presiones?
Incluso hubo rumores de un inusual encuentro entre Menem y Germán Martínez, jefe de Unión por la Patria, por este mismo tema. Al diputado kirchnerista le atribuyen haber sido quien le advirtió al riojano la semana pasada, en una reunión con todos los jefes de bancada, que si avanzaba el proyecto de Ficha Limpia le complicarían su reelección en la sesión preparatoria.
El diputado kirchnerista niega todo, pero varias fuentes que tuvieron acceso a ese cónclave confirmaron la versión, con distintas palabras. El episodio fue uno de los que agitó los rumores de un acuerdo subterráneo entre la tropa parlamentaria de Cristina Kirchner y las fiilas de Milei.
En Unión por la Patria aseguran que no hay ninguna negociación y que definirán su postura sobre la reelección de Menem antes de la sesión. No obstante, remarcan que su posición siempre fue que la presidencia le corresponde al partido de gobierno y adelantan que no quieren que los «acusen de golpistas».
Este argumento se repite en casi todos los bloques. «No vamos a votar en contra de Menem para que no nos digan golpistas, como mucho nos podemos abstener», indicaron a iProfesional en otra de las bancadas dialoguistas a pesar del malestar que reconocen tener con el oficialismo en general.
El Gobierno a la expectativa: ¿qué pasará con las otras autoridades de la Cámara baja?
Por esa razón, si la sesión no se cae, Menem tendría el camino prácticamente allanado. La discusión podría pasar más por los otros cargos de la Cámara de Diputados. Además del presidente, en la sesión preparatoria deben elegir y/o ratificar a los vicepresidentes primero, segundo y tercero, y las secretarías general, parlamentaria y administrativa.
Esos puestos se reparten entre los bloques según la cantidad de bancas que tiene cada uno. Actualmente, la vicepresidenta primera es Cecilia Moreau (Unión por la Patria); el segundo es Julio Cobos (UCR) y la tercera es Lospennato, por el PRO. Estos últimos dos intercambiarían lugares debido a que la UCR quedo con menos bancas que el macrismo tras a fuga de los 12 diputados que armaron el bloque Democracia Para Siempre.
En esa bancada ronda la idea de sacarle al bloque UCR que preside Rodrigo De Loredo la vicepresidencia tercera y, en acuerdo con el espacio de Pichetto, nombrar allí a Nicolás Massot. El diputado de Encuentro Federal tendría los votos para ello, pero su intención era que el acuerdo diera lugar al armado de un nuevo interbloque y, por ahora, eso «está verde».
Por esa razón, Massot se bajó de ese plan para no quedar metido en la interna radical. Si la UCR dejara a Cobos en la vicepresidencia, el bloque Democracia no tendría grandes inconvenientes, pero lo que no quieren es que le den el lugar a uno de los llamados «radicales con peluca», cercanos a Milei. En ese caso, habrá pelea entre los dos espacios del radicalismo.
De esta forma, la Cámara de Diputados llega a la sesión preparatoria en un clima enrarecido. Martín Menem y el Gobierno esperan que no haya sorpresas y que la amenaza de dejarlos sin quórum no se concrete. Sin embargo, en la situación actual del Congreso y de la relación entre la oposición y Javier Milei, nadie descarta nada.